Mujer
luchadora que has enfrentado miles de retos y siempre saliste avante;
antagónica
a todo lo que significa maldad y revanchismo, emanas luz guiadora
renovadora y
purificadora para quien comparte de tu energía aúrica grana;
inquebrantable
en estos treinta y dos años ha sido tu voluntad por convertirte en
aquel ser
humano imprescindible, de aquellos que luchan durante toda la vida.
Alma
buena y limpia como pocas que he conocido, y como tal, abrumada por
unisona y
cafre sociedad que por convencionalismos, ha dejado de interpretar el
xilófono de
la vida pero al cual tu le has sacado melodías hermosas, con cada
ingrato
golpe que te ha tocado recibir alegrando la vida de quienes te rodean
y
luchan
contigo día a día convirtiéndose en tu refugio y recargadores de
energía
incluso
cuando tu a veces pienses que no entienden, no comprenden el esfuerzo
agotador que
realizas, pero no dude ni por un segundo que todos son conscientes
que sin ti
no podría contar con todas las cosas y situaciones que están
disfrutando;
obviamente
no saben o no les han enseñado a expresarte de manera palpable ese
reconocimiento
que todo ser humano que ha hecho las cosas muy bien, merece y
anhela, sin
mayor pretensión que el de sentir que ha cumplido con su obligación.
Soy
aquellos que te debe tanto, y aunque no te importe lo tendré
presente siempre
ahora lo
importante es festejar tu onomástico por eso con la ayuda de tu
nombre
loo al ser
humano y sus virtudes, a la mujer y su belleza, evocando el recuerdo
aun fresco
en mi mente y que por promesa se quedará ahí cueste lo que cueste,
zampeado
sobre el terreno olvidado de mi amor, de este amor que nunca acabará
a pesar de
todo y de todos, a pesar del tiempo y del espacio, de orgullos y
temores
regocijándose
en la oportunidad de conocerte y de los momentos compartidos.
Excusarme
el exabrupto, retorno al propósito primario de estas sencillas
lineas:
saludarte en
tu cumpleaños y desearte que cumplas muchísimos años más y que
papá Dios
te colme de bendiciones y te acompañe en cada proyecto que decidas
iniciar, no
olvides ni dudes nunca de tu capacidad y fuerza interior, recuerda
que
no hay nada
en este mundo por muy fuerte que haya sido, que haya doblegado tu
octubrino
corazón; las personas siempre atacan lo que los hace sentir
amenazados,
zambullete
en el mar de la paciencia y la comprensión; para terminar
parafrasearé:
ave María,
los que luchamos día a día te saludamos....